En la revista time online han publicado un artículo sobre un estudio realizado recientemente para comprobar el efecto de la práctica exhaustiva de determinados gestos para perfeccionarlos.
Imaginen a un jugador de baloncesto que se pone a realizar tiros desde una determinada distancia una y otra vez con el objetivo de lograr un tiro perfecto desde esa distancia. ¿Lo conseguirá? Según el estudio publicado en el diario "Nature Neuroscience" por un grupo de neuro científicos, no. O por lo menos no es la opción más recomendada.
En el estudio, se compararon los entrenamientos de dos grupos de deportistas. Unos que basaban el entrenamiento en repeticiones de una misma tarea (por ejemplo tirar una y otra vez a canasta) y, otros, que tenían sesiones variables donde practicaban otras destrezas además del tiro. Por ejemplo, una sesión donde se practicaba el revés, recibir un servicio, y una mezcla de de dejadas con golpe de derechas.
El estudio realizado (después del entrenamiento) a través de un ordenador que estudiaba los gestos deportivos para la actividad en estudio en ambos grupos, concluyó, que los que se dedicaban a practicar únicamente esa tarea tuvieron mejores resultados. O sea, no se notaron para nada los beneficios de desarrollar las diferentes habilidades del deporte realizando entrenamientos variados.
Sin embargo, 24 horas después, realizaron el mismo test y los resultados fueron totalmente contrarios. Es decir, la técnica de los deportistas en el grupo que entrenaba diferentes actividades de forma mixta, fue bastante mejor.
Es decir, justo después del entrenamiento donde el cerebro está procesando y reteniendo la lección del día, no se notan para nada los beneficios de las sesiones variables. Sin embargo, el cerebro retiene mejor lo aprendido y, a la larga, la mejora deportiva es mejor y más eficiente.
La conclusión, es que la monotonía no es beneficiosa para el aprendizaje deportivo ( y para ningún otro) ya que el cerebro entra en un estado de "auto-modo" que impide la retención y asimilación del ejercicio. Si se introduce variedad en los entrenamientos, el cerebro permanece activo en todo momento lo que hace que la información se mantenga mejor.
Esta conclusión creo que se puede extender a todos los deportes y de hecho los jugadores de élite suelen realizar prácticas variadas en sus entrenamientos.
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