Hola,
A raíz de
esta entrevista en la revista
consumer al psicólogo
Ricardo Ros en las que se centra en su libro "El viaje decisivo. Cumpliendo la dieta" en el que habla de las dificultades psicológicas que puede sufrir un individuo a la hora de cumplir una dieta, he realizado varias reflexiones relacionadas con la actividad deportiva de un aficionado cualquiera.
Cuando empezamos una actividad deportiva nueva o empezamos a entrenar después de una larga temporada sin haber entrenado ó entrenado a un nivel inferior, siempre cuesta bastante ponerse en forma. Esto es especialmente frustrante sobre todo para las personas que nunca han realizado actividades deportivas de manera constante. La sensación de impotencia, de no poder avanzar, de no cumplir con los objetivos marcados, hace que mucha gente se desanime y deje la actividad deportiva porque se ve incapaz de realizarla. Pero ¿es una realidad que es incapaz de realizar esta actividad deportiva? ¿Estas sensaciones nos indican verdaderamente que este deporte no es para nosotros? ¿Nos indican que la actividad física no es para nosotros y que debemos seguir con nuestra vida sedentaria? En mi opinión, en la mayoría de los casos la respuesta es
NO.
Supongo que la mayoría de nosotros nos habremos hecho estas preguntas en muchas ocasiones. Otros (desgraciadamente la mayoría) ni siquiera se las plantean como preguntas a reflexionar, sino que las toman directamente como afirmaciones y terminan frustrados y abandonando la actividad deportiva.
Está claro que hay personas que pueden tener determinados problemas físicos que les impidan ciertas prácticas deportivas. La actividad física se debe adaptar a las condiciones de cada uno teniendo en cuenta su forma física, constitución, problemas de salud... que cada uno conocerá(sedebería realizar un chequeo médico al iniciar una actividad deportiva) y debe tener en cuenta siempre. Pero, independientemente de todo esto, la práctica de cualquier actividad física adaptada a nuestras circunstancias siempre va a acarrear dificultades físicas y psíquicas que debemos ser capaces de superar, sobre todo al empezar. Si somos capaces de superarlas, la actividad se convertirá en un ocio placentero que nos reportará innumerables beneficios tanto a nivel físico como mental y nos será muy difícil dejar de practicar esta actividad. A partir de aquí, nuestra fortaleza mental es mayor y podemos marcarnos objetivos mayores y seremos capaces de seguir adelante tanto en el éxito como en el fracaso.
Como indica Ricardo Ros en la entrevista, "Hay muchas personas que saben ponerle nombre a sus emociones y, cuando son capaces de hacerlo, es decir, de comprender que es un sentimiento, lo son también de aceptarlo. Pero otras notan una emoción y no son capaces de comprender que son sentimientos, así que pueden confundirlos con otras sensaciones físicas."
La anterior frase creo que es bastante importante y que todos deberíamos reflexionar sobre ella, sobre todo, aquellas personas que están empezando a practicar deporte. En estas fases iniciales es normal sentir cansancio generalizado, sensación de dolor físico (en forma de muchas agujetas, algún dolor muscular ...) sensación de frustración ... En estos casos se piensa que existe algún problema físico en nuestro organismo que nos impide progresar. A medida que pensamos más sobre ello parece como que los problemas físicos son mayores y es lo que hace que la persona termine por abandonar. Pero en, la mayoría de los casos como dice Ricardo Ros, esta emoción no son sino sentimientos que se confunden con sensaciones físicas.
En mi opinión, aquellas personas que son capaces de diferenciar claramente sus verdaderas limitaciones físicas de los simples sentimientos de frustración provocados por un mala forma física, malos hábitos de vida, dificultad de superación personal, tendrán menos dificultades no sólo en la práctica de una actividad deportiva, sino en su vida cotidiana en general. Esto le provocará mejores sensaciones, menos estrés, y mejor calidad de vida en general.
Pues nada, a todas aquellas personas que inicien la práctica de un deporte, os animo a no desistir a las primeras de cambio y si tenéis malas sensaciones iniciales no tiene que significar que seáis incapaces de realizarla. Al contrario, es algo normal que todo el mundo tiene que sufrir antes de conseguir que sea algo placentero, divertido y ameno. Si a pesar de intentarlo una y otra vez, los problemas persisten, quizás entonces si deberíais plantearos que ese no es vuestro deporte. Pero hay infinidad de actividades deportivas. Seguid buscando que seguro encontraréis la vuestra.
El mundo esta lleno de sufrimiento, pero rebosa de personas que lo han superado y en su lucha descubrieron algo valioso. Hellen Keller (El mundo en que vivimos, 2004)